Acompáñame a leer esta reflexión un renglón a la vez:

Siempre tuve la esperanza de que nada malo ocurriría, pero a veces las cosas pasan…

no esperaba morir tan a temprana edad

Debo admitir que

adquirir un seguro de vida estaba en mi lista de cosas por hacer, como una prioridad

La verdad es

que nunca llevé a cabo lo que sabía que tenía que hacer

Nadie puede afirmar

que la situación financiera de mi familia estará bien

es casi seguro

que el día a día se convertirá en una lucha constante

y

de ahora en adelante deberán ajustarse los gastos

ya no se podrá decir que

mi familia conservará la casa que construimos

Debido a mi decisión

mis hijos tendrán que cambiar de escuela y hacer nuevos amigos

y

mi esposa deberá encontrar trabajo para poder salir adelante

No se podrá decir más:

mis hijos estudiarán en la universidad que soñamos

la realidad es que

no hice lo suficiente para proteger a mi familia

nadie puede decir que

comprar un seguro de vida fue una prioridad para mi

Pero aun no he muerto, entonces todavía tengo una oportunidad para dejar mi regalo de amor y seguridad financiera…

Ahora lee los renglones de abajo hacia arriba.