“Un millón de dólares invertidos en educación y aptitudes equivale a 10 millones de crecimiento económico”. Informe de la Unicef.
En el Día del Niño exhortamos a la sociedad a hacer valer los derechos más fundamentales de los menores, entre los que se destaca el de la educación.
Esta contribuye a mejorar la vida y es una pieza clave para acabar con el círculo de pobreza que amenaza a muchos de nuestros niños, especialmente los que habitan en los países en desarrollo.
La Educación les permite adquirir el conocimiento y las aptitudes necesarios para adoptar formas de vida saludables y asumir un papel activo en la toma de decisiones que les van a afectar en el futuro.
Una niña que va a la escuela, se casará más tarde y tendrá menos hijos, además, estos tendrán más posibilidades de sobrevivir, porque estarán mejor alimentados e irán a la escuela.
A criterio de la Unicef, una educación basada en los derechos, es la vía para acabar con algunas de las desigualdades más arraigadas en la sociedad.
Es necesario calar sobre este tema en la cultura, porque a pesar de las ventajas múltiples que la educación genera, el número de niños sin escolarizar en el mundo no logra reducirse.
Según un documento de la Unesco, aún hay 58 millones de niños de entre 6 y 11 años sin escolarizar, lo que supone una escasa mejora general desde 2007.
Pasando de la realidad a las cifras, en educación primaria el 42% de los niños sin escolarizar vive en países pobres que padecen conflictos.
En todo el mundo en desarrollo, solo 87 de cada 100 niños completa la primaria. Hay al menos 250 millones de niños que no saben leer, escribir ni contar bien.
En lo que respecta a la educación secundaria, uno de cada 5 adolescentes no va a la escuela, un 54% de los jóvenes que están fuera de la escuela son niñas.
Si tienes la oportunidad de crear un fondo para garantizar el acceso a una educación profesional para tus hijos será el mejor regalo que pudieras darles para encaminarlos a contar con un mejor nivel de vida.
Reforzar este esfuerzo con una educación de VALORES vividos desde casa es muy importante para heredar un mejor mundo para nuestros hijos y mejores ciudadanos para nuestro mundo.
Los valores son las reglas de conducta y actitudes según las cuales nos comportamos y que están de acuerdo con aquello que consideramos correcto. Al nacer, los niños no son ni buenos ni malos. Con la ayuda de sus padres, educadores y de los que conviven con ellos, aprenderán lo que está bien y lo que está mal decir, hacer, actuar, vivir.
También es preciso recordar que los niños aprenden con el ejemplo. El ejemplo que dan sus padres en su forma de relacionarse con los demás, de pedir las cosas, de compartir mesa, asiento, de cooperar, de ayudar a los demás, de defender, de reclamar, de tolerar y aceptar. Si los padres no tienen paciencia con su hijo, ¿qué creen que el niño va a aprender? La responsabilidad que tienen los padres en la transmisión de los valores a sus hijos es crucial.
Algunos valores que vale la pena inculcar en los niños son: Amabilidad, Amistad, Amor, Bondad, Caridad, Colaboración, Compartir, Compasión, Confianza, Disciplina, Esfuerzo, Generosidad, Gratitud, Honestidad, Obediencia, Optimismo, Paciencia, Perdón, Perseverancia, Piedad, Puntualidad, Respeto, Responsabilidad, Solidaridad, Tolerancia y Valentía entre otros.
Hoy es un buen día para empezar.
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